Me desperté esa mañana bastante temprano, pero con la sensación de tener ya muy poco tiempo…
Decidí salir a la calle en busca del final de la triste historia de mi vida, así que pensé en lo más cruel y doloroso que había en mí: TÚ…
el ambiente me acompañaba esa mañana, pues el aire se sentía triste, el sol lloraba, lo sentía en sus rayos frios golpeando mi cara…caminé hacia tu casa, a paso lento pero decidido, durante el trayecto, pensaba por qué quería deshacerme de ti, si contigo aprendí a vivir, lloré, reí, conocí la sensación de frotar dos cuerpos desnudos entregándose al placer, te compartí mis mejores años, discutíamos de todo y de nada, hablamos de nuestros sueños cargados de realidad…peleamos sin razón aparente, firmando el tratado de paz siempre en tu cama…conocí los verdaderos celos,me embriagué, canté, mentí, corrí, robé, grité, lastimé, inventé, huí y hasta asesiné partes de mí, sentí culpa, bebí la traición y confieso que hasta sentí lástima alguna vez….
Toqué a tu puerta cerca de siete veces, más desesperada cada vez…tus vecinos se asustaron, supongo y salieron disparados a ver qué sucedía..¡salieron todos excepto tú!...acto dígno de ti….grité tu nombre cuatro veces,aumentando el volumen en cada sílaba, al grado que mis oidos temblaron y me lastimé la garganta…me ardía, como aquella vez que me diste a beber alcohol puro –aún te guardo rencor por ello-
saliste medio desnudo y temblando de frío, tus ojos y tu cabello evidenciaban que no tenías más de cinco minutos despierto…no me sorprendí…era otra cosa dígna de ti.
Me pediste, más bien ordenaste pasar, y te obedecí como siempre, recorrí tu jardín, admiré detenidamente su belleza, el rocío en tus flores aún no se secaba y los tenues rayos del sol hacían brillar tu verde pasto como el más grande y bello de los diamantes…recordé nuestras travesuras allí vividas…el jardín dulce, cómplice nuestro… no pude evitar sentir pena por él, y por mí…pensé que tal vez esa era la última vez que estaría ahí…y me equivoqué…
Entré a tu casa y olía a ti…olía a sexo y sudor…olía a orquídeas…
me ofreciste asiento, pero ésta vez me negué…miré tus ojos…esos ojitos oscuros que tantas cosas me decían sin palabras…reflejaban duda, pero sé que adivinabas lo que venía, mi cara era todo un libro…y tú amas leerme completa…
me aclaré la garganta mientras te acomodabas en el sillón, miré a mi alrededor, ésta vez me fijé en cada detalle,como si el tiempo se me agotara…volví a tu mirada, que ahora reflejaba impaciencia..no me sorprendió, tú siempre queriendo comerte el mundo a grandes mordidas.
Tomé aire, llene a tope mis pulmones, esperando llenar también mi tanque de valor, pero al no ser así, solté con pausas pero sin pensar tanto:
-amor mío, junto a ti he aprendido muchas cosas en muy poco tiempo, pasamos mucho y no nos terminamos de conocer, pero sé que no hizo falta, pues poseemos almas viejas, y caminamos juntas…y te amo como nunca en la vida imaginé que era posible amar a un ser terrenal, está de sobra decirte que te entregué todo cuanto tuve y me quedé vacia, me quedé vacia por amor, porque quise…tú, en cambio me dejaste llorando y te fuiste a vivir tu vida sin detenerte, sin voltear atrás ni una sola vez,ni para darte cuenta si quiera de que estaba ahí, sintiendo tu vacio, llorando tu ausencia….cuando creí que tu huida no tendría retorno, comencé a planear mi vida sin ti, planeé olvidarte y ser felíz sin ti a mi lado…y fue ahí cuando regresaste, para confundirme, para torturarme, pues regresaste con alguien más a tu lado, y cínicamente hablaste de tus planes sin mí..me contaste con una sonrisa escondida cada pensamiento en el que ella estaba..en el que yo no cabía...
-Después de decir eso paré, sentí a mi corazón desvanecerse por completo, tomé aire continué ante tu mirada confusa-
Hoy me levanté decidida a hablarte de frente sin derramar una sola lágrima más, tengo que decirte que me cuesta más de lo que parece, pues siento que cuando te veo estrangulas mis sentidos y mi garganta comienza a quemarse!....hoy vine a sacarte de mi vida, decidí irme para dejarte libre, en realidad no es por tí, pues sé que no te desagrada llevar una doble vida, y hacer latir a dos corazones ajenos, lo hago por mí, y por ella...no quiero que perezca entre las sombras de tu recuerdo y las migajas de tu amor..no quiero estár al otro lado de la puerta cuando estés con ella encerrado en tu habitación...
Te amo, ya lo dije y ni hace falta, lo sabes de sobra, pero..cuando salga de tu casa,quiero salir de tu vida, así que sigue como antes de mí...-
Un silencio enorme y profundo llenó la habitación...quería correr pero mis pies estaban enramados al suelo..ví cuando te levantaste con los ojos cerrados, pensando no sé en qué...
me tomaste de la mano e intentaste decir algo, pero mi humanidad estaba repleta de tristeza y comenzó a desbordarse por mis ojos en forma de lágrimas, así que te callaste, solo atiné a decirte adiós...
Y te besé..fue el beso un beso tan largo, tan limpio, tan profundo que el cielo lo sintió y lloró a mi lado, gruesas gotas de agua descendían de las nubes mientras te besaba..por momento casi pude tocar tus sentimientos, casi pude oler tu corazón...
Te solté, y bañadas nuestras caras con mis lágrimas, te sonreí, como siempre, como el primer día que te vi, el día que solo con la mirada pude decirte "hola.."
y salí corriendo, no por las lágrimas del cielo, sino porque temía que me atraparas...ya no vi de nuevo tus flores, y ésta vez ni miré tu pasto, el suelo, supongo, sabía que era la despedida dificultó mi huida, cada paso me costaba más, podría jurar que pequeñas manos salían de él para jalarme y hacer lento mi correr...
llegué a tu puerta y la abrí, desde ahí escuché tu llanto desesperado, rogándome quedarme un minuto más..fue como si el resto del mundo se callara para poder escucharte perfectamente.
Admito que pensé en regresar y abrazarte fuerte, y nunca más dejarte salir de mis brazos, que serían cadenas, y con esas cadenas en la mente decidí salir, ya no quise atarte..y ya no quise ser parte de tu infierno.
Corrí y corrí hacia casa, no sé aún cómo ni cuánto tiempo pasó, pero llegué aún con un hilo de vida.
Mientras escurría sobre mi sillón, mi pensamiento proyectaba en mis ojos tu imagen.
Cada gota derramada, era un trocito de mi alma líquida..me tumbé en el suelo, cobijada por tu recuerdo..
no sé cuánto pasé así, solo sé que podía verte en todos lados...llegó el momento en que sentí desvanecerme...me deshacía poco a poco y mi esencia terminó de evaporarse con el agua, y cesé de respirar.
Mientras tanto, allá, a lo lejos, en el centro del jardín, rodeado de tus rosas y orquídeas, sientes la lluvia fría caer sobre tu casi desnudo cuerpo,y una dulce oleada perfumada llega a tí..y te quedas tirado, con mi nombre en tu boca...
